El diseño ineludible

El diseño ineludible


Jorge Calvillo
 
La pluma con la que escribo, la mesa en la que trabajo, la lámpara, la habitación, la calle, el jardín, la pala,  mis lentes; tu peinado, tu vestido, la revista, todo está diseñado y el diseño puede tener múltiples intenciones:
control, moda, dominio, miedo, belleza, amor, necesidad, libertad, dinero, sabiduría. Cada vez más nos rodea un mundo diseñado.
Un mundo antropocéntrico, del hombre para el hombre. Un mundo ensimismado… la ciudad, el metro, el multifamiliar, el suburbio, el desencuentro…
Vemos el mundo a través de nuestros productos diseñados y nuestras experiencias se reducen a lo artificial. Lo artificial que se devora a lo natural y nos confunde: el agua embotellada, los alimentos industrializados, la playa en el hotel, el campo de golf, los peces en el acuario, los animales en el zoológico, el hombre en el  edificio.
¿Y la naturaleza?, ¿cuál naturaleza en un mundo sin continuidad, esquizoide? Un mundo de pantallas, de teclados, de viajes al espacio, pero en el que cada vez resulta más difícil poder conocer a nuestro vecino o al bosque.
Un mundo de grados académicos con garantía de ignorancia de cómo vivir en esta tierra.
¿Cómo reencontrar entonces la empatía con la naturaleza? ¿Cómo reconocer la biofilia, ese estado natural  de nuestras células, de nuestro ser más básico? ¿Cómo descubrir esa posibilidad de enamoramiento perenne con la naturaleza que está en la esencia del hombre?
Amemos primero la vida, la naturaleza, para descifrarla e interactuar con sus leyes esenciales de nuestra existencia.
Habrá que recomenzar.
Reconocer los millones de años de crear, mantener y recrear la vida; millones de años de eficiencia, de sostenibilidad natural…
Reconocer que los restos de una especie son el alimento de otra. Que la materia se halla en un ciclo continuo a través de la trama de la vida. Que la energía que alimenta los ciclos de la vida procede del Sol. Que la diversidad garantiza la recuperación de la vida. El diseño ineludible garantiza la recuperación de la vida. Que desde hace tres millones de años la naturaleza no se ha adueñado del planeta luchando, sino interconectando. (F. Capra)
Ser, habitar, construir.
Diseñar para construir.
Construir para habitar, para ser.
El diseño nos muestra qué nos preocupa, qué deseamos. El diseño es nuestro espejo. Podemos ser arrogantes y construir torres corporativas, conjuntos habitacionales, instalaciones académicas, centros comerciales, sin tener por qué cuidar, educar, ahorrar, curar, integrarse, regenerar o cooperar, o podemos diseñar para integrar, para estructurar los flujos de energía y materia.
Podemos usar el diseño como encarnación, como sustancia espiritual en lo material, como aprendiz de la Gran Madre. El diseño como sabiduría, hijo de la observación paciente.
La delicadeza y complejidad de la trama de la vida es el contexto del ecodiseño, nada le es ajeno, ni el viento, el Sol, la tierra, la vegetación, el ciclo de los materiales, la justicia, la salud, la economía local, la biorregión, el paisaje, las relaciones humanas, la fauna, la tradición, la esquina, las comunicaciones, las radiaciones, la historia, la complejidad.
El ecodiseño es una revolución, un nuevo paradigma que pasa por la biofilia y la ecoalfabetización y se manifiesta de muchas maneras: como arquitectura natural, arquitectura climática, arquitectura sana, en la certificación de edificios ecológicos, las ecoaldeas, las comunidades ecológicas y las numerosas iniciativas académicas dirigidas en ese sentido.

Glosario:

Biofilia: palabra que viene del griego –bios– que significa vida y –philia– que es amor entre amigos. Se considera una relación amorosa con la vida.

Ecoalfabetización: “Ser capaces de comprender los principios organizativos que los ecosistemas han desarrollado para sostener la trama de la vida...” En los próximos años la supervivencia humana depende de nuestra capacidad de entender los principios básicos de la ecología y aplicarlos.

Ecodiseño: es el diseño inspirado por los principios básicos de la ecología. Podría decirse que el objetivo del ecodiseño sería tomar la energía del Sol, que los materiales sean sanos y fluyan en ciclos biológicos y tecnológicos, utilizados elegante y equitativamente en beneficio de todos.